Fue un viaje consciente hacia la naturaleza esencial interna de cada uno a través de la expresión corporal y la danza libre. Hablo de la jornada de experimentación-workshop ‘Danzar la Vida en la Naturaleza’ que celebramos en un espacio precioso en plena naturaleza cerca de Tavira, en el Algarve portugués.
La sala Arka de ALTANURE nos acogió para conectar, a través de la meditación, con los elementos de la naturaleza. Bajar al cuerpo y hacernos conscientes de la respiración, entrar en contacto con el espacio, sentirnos parte de algo mayor: el cielo, los árboles, el océano, el viento y el sol, nos rodeaban y abrazaban.
Cerramos los ojos para abrir la mirada interna y descubrir que dentro de cada uno se despliega una naturaleza esencial propia, a imagen y semejanza de la que nos acoge fuera. Y es que a través del cuerpo y su lenguaje universal se despliega el puente entre mundos, lo interno y lo externo se encuentran en la expresión corporal propia.
Danzar al ritmo de los árboles;
sentir el Viento en cada movimiento;
avanzar desde nuestro fuego interno avivado por el Sol;
sabernos hijas e hijos de la madre Tierra gracias a un cuerpo
que vibra en misma frecuencia; y reconocernos parte del Agua universal.
Todas, todos, bajo un mismo cielo, cosmos infinito que sostiene
y permite la vida en esta expresión artística.
Tierra y cielo conectados a través de nuestro cuerpo-canal y nuestros corazones en el centro haciendo posible esta unión y a su vez interconectados a la gran red de la humanidad en un latir continuo que se sincroniza con el movimiento universal.
Estábamos listas para iniciar el viaje de experimentación del movimiento corporal en relación a los 3 ejes principales y el punto de convergencia, al tiempo que despertamos a la auto-indagación consciente en relación a los 4 elementos cruciales para el equilibrio de la vida: identidad – relaciones – misión – trascendencia.
- Eje vertical: crecimiento personal y amor propio. Danza libre.
Todo comienza dentro de mí. la primera relación es conmigo. Existo desde mi propia matrix personal, la construcción de mi identidad. Yo soy el inicio del movimiento.
- Eje horizontal: polaridad y relaciones. Danza espejo.
Hay un impulso vital que nos lleva a la expansión. Expresión de la polaridad. Somos en la dualidad, dentro y fuera. La relación como puente que completa el movimiento.
- Eje frontal: conexión pasado-futuro y misión. Danza guiada.
El legado del pasado condiciona el movimiento. La oportunidad de trascendencia para el encuentro con la misión. Confianza plena como llave maestra para el avance.
- Punto de convergencia: presencia y consciencia. Danza del Corazón.
Soy en mi completitud, un ser multidimensional. La integración de todos los ejes converge en un punto central: la fuerza del amor como impulso primigenio de vida.
La expresión corporal y la danza libre se convirtieron en anclajes para fijar los nuevos caminos neuronales aperturados, a través de la vivencia-experiencia del cuerpo.
Impactamos así la memoria celular almacenada en el cuerpo. Un llamado a despertar la inteligencia celular, nuestra sabiduría interna, para facilitar la transformación, hacia una armonización y restablecimiento de nuestro equilibrio natural.
Así en la danza como en la vida, hubo espacio y tiempo para la alegría, la emoción, el compartir honesto, los descubrimientos y las tomas de conciencia impactantes.
Se dieron aprendizajes y nutrimos el cuerpo y el alma a través de la experiencia compartida.
Una expansión del proyecto ‘Danzar la Vida’ al medio natural en un formato que amplia y complementa las clases semanales que imparto en Moncarapacho (Olhão), y que siguen una secuencia progresiva y evolutiva, siendo la base del programa Danzar la Vida: Consciencia & Expresión Corporal en Danza Consciente..
Aquí encuentras toda la información: bio.site/danzarlavida
¡Continuamos danzando con más consciencia la vida!
Un cálido abrazo,