Me amo y me acepto completamente. Es mi mantra de cabecera, una llave maestra multiusos.
Amarme y aceptarme con todo lo que soy en este momento. Es también mi intención personal y mi propósito profesional, reconocerlo integrado en mí y facilitar que sea reconocido por quiénes acompaño.
En mis sesiones tengo la oportunidad de comprobar una y otra vez la dificultad para reconocer-nos en esas partes de nosotros menos brillantes.
Por ejemplo, el personaje o la voz de la víctima, causa un especial rechazo. Y en ese intento de apartarlo, de no aceptar-lo como una parte propia, perdemos la oportunidad de comprender su porqué y su para qué, dejamos de recibir el mensaje que tiene para entregarnos.
Nada de lo que se expresa a través de ti está errado o es innecesario, si se manifiesta, si existe, tiene una razón de ser en este presente, es el efecto de una causa que aún alimentas y está viva en ti.
Las estrategias de protección y defensa que desarrollamos o heredamos solo permanecen activas en nosotros si seguimos percibiendo algún beneficio.
Es un mecanismo inconsciente y automático que precisa ser visto, ser alumbrado, para ser comprendido y solo así quedar desactivado o ser desprogramado.
La indagación y la observación neutral permite que pueda llegar la luz al espacio sombrío donde se ocultan tus sistemas de creencias que alimentan los patrones de comportamiento que están activos en ti.
Por eso el autoconocimiento es un viaje hacia tu interior, a lo profundo, una aventura de exploración e indagación en ti mismo, en tu sistema operativo; una oportunidad para alumbrar allí donde hay oscuridad en tu mapa mental y emocional para hacer consciente lo que permanecía inconsciente dentro de ti.
Es así como consigues hacer brillar tu luz para que se exprese libre-mente.
¿Puedes imaginarte libre de tus ataduras mentales, libre de tus propias limitaciones automáticas?
La libertad de la que hablo pasa por el conocimiento y la comprensión de lo que hay, para abrazarlo todo y sea posible su integración y transformación consciente.
Amar y aceptar todo lo que soy, todo lo que eres, para sentir tu complenitud, la plenitud de sentirte completa, completo, es nuestro anhelado presente.
Por eso te animo a ponerte al frente de los comandos de la nave que eres y a que comiences a vivir más consciente de tu poder personal de co-creación.
Es así como la vida que quieres va a conseguir manifestarse, felizmente, desde el tragozo y el compromiso contigo, siempre presente.
Un cálido abrazo,