Los aceites esenciales llegaron a nuestra vida… en un lugar de cuyo nombre sí quiero acordarme. Fue en el Festival de Yoga en familia Om Shree Om del año 2017. ¡Qué grato recuerdo!
La salud de mi hijo atravesaba un momento delicado y los aceites esenciales llegaron a nosotros de forma muy natural. Otras familias allí, nos compartieron su experiencia y tuvimos oportunidad de verlos en acción. Todavía recuerdo las primeras anotaciones en mi libreta de aceites:
– Lavanda para limpiar las heridas y aliviar quemaduras; también para calmar en cualquier momento;
– Frankincense a la hora de mi meditación;
– Purification con su base de citronella se reveló como un fabuloso repelente antimosquitos natural;
– y Thieves, el gran descubrimiento entonces, una sinergia exclusiva de Young Living que resultó un excelente apoyo para fortalecer el sistema inmunológico de mi hijo.
Así, fue a la vuelta de aquel viaje cuando realmente comenzó nuestra historia de amor con los aceites esenciales; al llegar a casa, decidimos ya comprar el ‘kit de inicio’ para hacernos con nuestro propio botiquín natural e iniciarnos familiarmente en el uso de los aceites esenciales de grado terapéutico. Hoy son parte de nuestro hogar y nos acompañan allí donde vamos (sí, tienen su propio neceser de viaje!).
Te confieso que desde que llegaron a nuestra vida, los aceites esenciales son para mí una invitación para pausar y mirar, para intentar ir más allá de buscar el alivio rápido ante cualquier síntoma. Usarlos cada día me brinda la oportunidad de prestar atención para escuchar qué está tratando de comunicar mi cuerpo; para descubrir qué estoy necesitando y cómo puedo atenderme, con todo mi amor y dedicación.
La experiencia con los aceites esenciales está siendo un hermoso despertar de mi propia escucha interna que me va encaminando, a medida que voy profundizando en su uso, a reconectar con mi propio poder de sanación.
Y me doy cuenta también que va creciendo con la práctica mi compromiso con mi propio bienestar y el cuidado de mi salud, y el de mi familia.
Incluso se me antojan una maravillosa oportunidad para cultivar el Amor también hacia los seres queridos y conocidos, hacia todo nuestro entorno, porque cuando siento que algo me aporta valor, brota en mí un impulso natural a compartirlo; y así me descubro hablando de las bondades de los aceites esenciales, natural y espontáneamente en cualquier momento y situación.
Hace ya tiempo descubrí además su increíble potencial como aliados en mi labor de acompañamiento. A través de protocolos de uso personalizados según cada necesidad, los aceites esenciales se convierten en poderosos apoyos para las personas, especialmente a nivel mental y emocional.
Así, elijo cuidadosamente qué aceite puede ayudar a la persona en cada paso del proceso de transformación.
En mis experiencias, he comprobado que, de manera general, la incorporación de aceites esenciales a nivel terapéutico siempre facilita el bienestar y otorga una mayor presencia durante el viaje que hacemos juntos.
Agradeciendo la semilla que estas palabras representan hoy en la infinita expansión de este gran universo esencial, te abrazo desde mi esencia.