libreto del re-nacer

Una selección de poemas y fotografías que brotaron de mi alma durante la experiencia de mi re-nacer 44 en una exquisita y cuidada edición digitalizada.
Sencilla inspiración que te invitará sutilmente a ir más allá de los límites conocidos, a encontrar-nos en el viaje interior a través de mi propia experiencia de renacimiento, que quedó reflejada en las palabras que llegaron entonces y de las imágenes que escogieron cada poema al que acompañar en vuelo libre.

el fin de la exigencia

Me encuentro en un diálogo muy interesante con mi Ser, que se me antoja algo así como estar en conversación directa con Dios dentro de mí, porque sus palabras son puro Amor, todo Luz, no hay juicio, ni exigencia, control o perfección.

Y, ahora que me escucho, mi Ser interior me susurra con claridad que no precisa nada concreto, ni difícil; solo que me dé el espacio para ser yo misma, que abrace todo lo que se expresa a través de mí, con amor y delicadeza.

el hogar interior

He encontrado una nueva casa increíble. Sí, increíble, porque hasta que llegó “no creía” que pudiera existir. Y es muy verdadera. Ha llegado después de una intensa búsqueda; un proceso que ha tenido momentos difíciles y no ha sido sencillo de sostener.
Estaba tan cerca que no conseguía verlo, tan fácil el acceso que me parecía mentira; quizá porque me acostumbré a lo difícil, al esfuerzo, y ahí me sentía confortable, en mi espacio conocido, donde me he movido por mucho tiempo.

sentir y vivir la plenitud

Hablo de esa plenitud en la que el ego no tiene cabida, en la que siento un profundo agradecimiento por cada bocanada de aire que mi cuerpo naturalmente consigue regalar a todas mis células a través de la bendita respiración.
Me di cuenta de la incompatibilidad que se manifiesta cuando aparece la impaciencia, el ansia de acumular que esconde la sensación de carencia, cuando parece que nada es suficiente y no eres capaz de detenerte a deleitarte en el momento presente.

integrar los 4 acuerdos

Hace un tiempo escuché la frase “Enseñamos aquello que necesitamos aprender” y la hice mía. Del mismo modo que cuando conocí los 4 acuerdos de la sabiduría tolteca; desde el primer momento, impactaron mi corazón fuertemente.
Así también, ya sabes, me ocurrió con los aceites esenciales; que fueron un amor a primera vista.
Y cuando la vida me cruzó, casi mágicamente, con Jez R. Boó fue muy claro que teníamos una misión juntas.

el momento de reconocer

Llega siempre, cada cierto tiempo. Es necesario. Yo diría imprescindible. A mí me sirve mucho hacer un alto en el camino para contemplar el recorrido que ya he transitado.
Lo hago también en mis acompañamientos, claro. Hay un momento del proceso en el que toca pararse a “reconocer” lo que ya está en ti. Te detienes para mirarte mejor, para reconocer y poner en valor el ‘haber’ propio, eso que está dentro, y que al ser visto luce con más brillo.

la plenitud y el miedo

Se me antoja difícil esta convivencia y al tiempo doy fe de que es posible. Me siento en una etapa de gran plenitud y estoy experimentando momentos de miedo profundo…
Y aquí entra mi guerrera en acción, dispuesta a abrazar con Amor, decidida a elegir (consciente de mi poder de creación) el camino que quiero vivir más allá del miedo, hablándole con firmeza, para transformar la historia conocida, tantas veces repetida. Y desde ese coraje que te brinda la consciencia lograr otro final, esta vez más

volver a empezar

Nuevo comienzo.
Cada día renazco de nuevo.
Cuando me pierdo, vuelvo a empezar.
Una y otra vez. Siempre.
La vida es generosa en sus oportunidades,
que son las mías,
las que me permito, las que me concedo.
Me caigo y me levanto, agradecida.

abrir los ojos del corazón

…para que la magia pueda darse.
Lo he vuelto a poner en práctica y, ¡voilá!, funcionó de nuevo. CREER desde el Amor para CREAR lo que deseas. Para mí significa creer con fe verdadera, con esa fuerza interior que todo lo puede, y confiar entregándome a la vida.
Así llegué a la sala de Audiencias, al enjuiciamiento; lo hice desprovista de juicio interno y con los ojos del corazón bien abiertos, decidida a

el camino más ordenado

Encontrar el camino que sigue el orden divino, ese que está alineado con el plan maestro de nuestra vida, a veces no es fácil.
Me doy cuenta de que se me resiste cuando aparece esa sensación ‘de estar dando tumbos’, me siento de aquí para allá sin encontrar-me realmente cómoda con nada.
Acabo de vivir una de las elecciones más importantes de mi vida, de la que he vivido hasta este momento, claro. Y de algún modo es como si